Fecha de fundación: 04 de octubre de 1535
Nombre del fundador: Antonio De la Torre y Miranda
Reseña histórica:
La ciudad de Sincelejo fue fundada, sustituyendo un caserío indígena, el 4 de octubre de 1535 con el nombre de San Francisco de Asís de Sincelejo. Fue encomienda de Alonso Padilla de 1610 a 1640, fue erigido corregimiento en 1776 por el capitán e ingeniero español Antonio de la Torre y Miranda. En 1812 se registró la llamada "Revolución de los curas" en contra de la dominación de los libertadores de la nación. En 1897 Sincelejo fue elevado a la condición de capital de provincia y más tarde del departamento creado y extinguido años después.
Al constituirse en 1966 el departamento de Sucre, Sincelejo fue denominada capital de la nueva sección administrativa. En 1776, el centro de Sincelejo fue reorganizado por la misión dirigida por De la Torre y Miranda, cuya comisión fue la de ordenar los trazados irregulares de origen indígena de toda la provincia. De este esfuerzo proviene la Plaza Santander con su iglesia insular, característica común de las poblaciones de Sabanas de Bolívar, y la intención de cuadrícula castellana que se aprecia en la zona central de la ciudad.
En 1776, Don Antonio de la Torre y Miranda fue el primero en advertir la posición estratégica del poblado y tomó varias decisiones que asegurarían su desarrollo, como escoger el terreno más plano en medio de la sabana, asegurar la disposición de agua, obligar a que los indígenas regados en bohíos y ranchos cercanos se reunieran en el nuevo centro urbano, so pena de incendiar sus habitaciones y, erigir el pueblo en corregimiento. Al llegar en esa época Antonio De la Torre y Miranda a esta subregión de la provincia de Cartagena, encontró un número considerable de españoles y criollos dedicados a la actividad ganadera. De las cuarenta y cuatro poblaciones fundadas o refundadas por este personaje, San José de Corozal se convirtió en el epicentro político y militar de las Sabanas, por encima de otras parroquias, como San Benito Abad, San Rafael de Chinú, San Luis de Sincé o San Francisco de Sincelejo. Todavía, hasta mediados del siglo XIX, Sincelejo seguía dependiendo políticamente de Corozal, pero en 1850 aquella población fue elevada a la categoría de cantón, situación que unida a la política de liberalización de los cultivos y comercio del tabaco en la zona de El Carmen, le imprimieron una dinámica demográfica y mercantil a Sincelejo.
En las dos últimas décadas del siglo XIX se hizo común en Sincelejo, Sampués, Chinú o Sincé la constitución de casas de comercio, alrededor de las cuales giró la dinámica económica de estas poblaciones y de los grandes comerciantes de las Sabanas. Precisamente el estudio de estos empresarios sabaneros, así como de las diferentes actividades productivas en las que incursionaron entre las décadas de 1880 y 1920, son el objetivo central de la presente investigación. Durante el desarrollo de la investigación, se consultaron los protocolos notariales de la Notaría Primera de Sincelejo, el archivo empresarial de Luis Arturo García Vergara y el archivo de prensa que dejó Nicolás Chadid, en poder de su hija Noema Chadid. Para darle cumplimiento al propósito planteado, el documento se organizó en nueve partes: en las dos primeras secciones se hace referencia al período inicial de Sincelejo como población, destacándose el aporte que la familia Támara hizo al desarrollo económico de esta subregión.
Las secciones tres y cuatro están referidas al período en que Sincelejo acoge un número considerable de familias cartageneras y de su área de influencia, quienes se dedicaron al comercio y diversas actividades productivas, superando a la vecina población de Corozal. El documento continúa con el análisis de tres actividades productivas características de la zona como el cultivo y exportación de tabaco, el cultivo de caña y la destilación de rones, así como la ganadería y actividades conexas. Las siguientes dos secciones del estudio están dedicadas a las iniciativas empresariales de Arturo y José Joaquín García, como la conformación de la Hacienda Santo Domingo, las exportaciones de ganado a Cuba, la fábrica de curtiembres en el Golfo de Morrosquillo, el Banco Nacional de Sabanas, sus incursiones en la industria regional, así como sus obras de beneficencia. La última parte del documento presenta el caso de una familia libanesa asentada en Sincelejo desde finales del siglo XIX, y su evolución desde sencillos comerciantes, a ganaderos, agricultores, exportadores y políticos.